FOBIA ESPECÍFICA

 

  

Decimos que tenemos una fobia específica cuando el miedo que sentimos está claramente relacionado por un objeto o situación, ya esté presente o simplemente anticipemos que puede estarlo.

Entre las fobias más comunes se encuentran las fobias a los animales, al dentista, a montar en avión, las tormentas, sangre o inyecciones.

 

Generalmente, las fobias específicas son las que producen menor grado de anticipación ya que, dependiendo de su naturaleza, pueden evitarse fácilmente por no formar parte del día a día de la persona (serpientes) y así no interfiere con las actividades habituales que tengamos que realizar.

 

La mayor parte de las fobias suelen aparecer en la infancia y desaparecen de forma espontánea. De no ser así y si persisten en la edad adulta, es recomendable recibir tratamiento psicológico si la persona tiene que afrontar con frecuencia el estímulo que teme.